Esta obra evoca la figura de una chamán, guardiana de sabidurías ancestrales y mediadora entre el mundo físico y espiritual. La figura femenina, rodeada de símbolos y patrones tribales, representa a una chamán en un ritual de conexión con el universo, donde canaliza energías a través de su cuerpo y manos. Los tatuajes intrincados en su piel no son meros adornos; son símbolos de poder y protección que cuentan historias de su linaje y el conocimiento que ha heredado.
Esta obra atrae a quienes buscan piezas que no solo decoren, sino que sirvan de portal para un viaje introspectivo y una conexión con lo intangible. Perfecta para un espacio que quiera transmitir serenidad y profundidad espiritual, invitando al espectador a explorar su propio universo interior y a encontrar armonía en la belleza de lo desconocido.
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