Este cuadro añadirá alma al espacio al que esté destinado. Es una invitación a hacer una pausa para la contemplación y redescubrir la esencia de uno mismo. Si eres coleccionista, te conmoverá su capacidad para tocar temas profundos de una forma visualmente impactante. Busca inspirar a conectar con la propia espiritualidad y con los ciclos de la naturaleza.
La frase que aparece en la obra captura el espíritu de esta pieza de una manera profunda y conmovedora: “Cuando el Sol roce el Horizonte, estaremos ya muy lejos de aquí… Así es el tiempo; Una sucesión de imágenes y encuentros. La Vida, un viaje de ida hacia un origen que es el destino” Por Lourdes Sala. Estas palabras resuenan con la imagen, guiando al espectador a una reflexión sobre el fluir de la existencia y la conexión entre lo terrenal y lo divino.
Este mensaje eleva a la figura femenina, transformándola en un símbolo de humanidad y espiritualidad que trasciende el plano físico. Es una invitación a detenerse, a mirar más allá de lo inmediato y a encontrar un propósito más allá del simple pasar de los días. La frase y la obra juntos crean una sinfonía visual y poética que explora el viaje eterno del alma, el valor del presente y la inexorabilidad del cambio.