Maternidad y Creación: El Arte de Dar Vida y Dar Luz
“El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene.” —Victor Hugo
Ser madre y ser creadora; Dos facetas de la vida, que aun en nuestra sociedad moderna, parecen colocarse en extremos opuestos, como si una cancelara a la otra. Nos han vendido la idea de que la maternidad es renuncia y que parir es un sacrificio que nos aleja de la posibilidad de realizarnos en otros ámbitos.
Para mí, eso es una mentira. La maternidad no me ha quitado nada. Al contrario, ha sido el motor que ha hecho explotar mi necesidad de pintar y de plasmar en el lienzo, las visiones que surgen dentro de mí. Ser madre me ha convertido en una mujer artista más feroz, más intensa y más conectada con la esencia de la creación.
El poder de la lactancia y la creación
La conexión entre madre e hijo durante la lactancia es un vínculo poderoso que va más allá de la nutrición. Amamanté a mis dos hijos durante dos años cada uno. No fue solo una decisión instintiva, sino también de puro sentido común: la lactancia materna prolongada fortalece el sistema inmunológico y el desarrollo psicomotor, lo que a su vez favorece la inteligencia emocional del niño. Pero sobre todo, es sentirte en el presente, en paz y en armonía.
Hay algo más profundo en este acto y es la conexión, la entrega y la dulzura compartida. Es la manera más natural de tranquilizar a un bebé. En esa etapa de mi vida, es cuando mi arte realmente empezó a brotar. Sin mi arte, no habría logrado la paz para aceptar ser esa entrega. Porque no nos enseñan para ello, sino todo lo contrario. Se nos impone un modelo de éxito basado en la productividad, que nos aleja de nuestra esencia. Ello genera una lucha interna que no nos ayuda a vivir el momento y menos a entendernos como mujeres.
Un parto fuera del sistema: el nacimiento de Enzo
El nacimiento de mi segundo hijo, Enzo, fue una experiencia totalmente trascendental. Lo parí sola, en una furgoneta. En una época donde nos han hecho creer que dar a luz debe ocurrir en un hospital, donde los partos están intervenidos, controlados y regulados, yo tuve la increíble fortuna de experimentar la fuerza primigenia del nacimiento en su estado más puro.
Soy consciente de que solo un 1% de las mujeres da a luz de la manera en que yo lo viví. Pero mi experiencia, también me hizo pensar que el cuerpo de la mujer sabe qué hacer y no voy a aceptar que me digan lo contrario. Lo que pasa, es que nos han hecho creer que un médico sabe más y que el hospital es mejor… Se ha logrado hacernos creer que no existe una memoria colectiva y que la mujer no sabe.
No hubo miedo, solo la certeza de que estaba hecha para esto. Tras aquella experiencia, entendí que la misma energía que me permitió traer vida al mundo es la que me impulsa a crear arte. No son fuerzas opuestas, sino la misma fuerza. Parimos con el cuerpo, pero también con la mente, con el alma o, en mi caso, con el pincel.
La maternidad no es una jaula ni un freno. Es una expansión. En un mundo que nos empuja a rechazar la feminidad, a alejarnos de nuestra naturaleza cíclica y creadora, reivindico la maternidad como un acto revolucionario. No se trata de romantizar, ni de idealizar, sino de recordar que dentro de nosotras habita un poder que el mundo ha desvirtuado durante siglos.
Es momento de cambiar la narrativa. La evolución no debe ir en contra de nuestra naturaleza, sino encaminarse hacia un bienestar común. No me extraña que tanto el inicio de la vida como su final sean temas ignorados en nuestros sistemas. La desconexión con la esencia de la existencia nos ha llevado a una crisis de humanidad. En la actualidad, priman intereses lucrativos muy poderosos que han llegado a asemejar “natural” con “anti natural”.
Hacia una sociedad que apoye la maternidad sin renuncias
Mi discurso no es una imposición para quienes no desean ser madres. Se trata de una reflexión sobre cómo la sociedad puede apoyar a quienes eligen la maternidad sin forzarlas a renunciar a sus sueños. Entre otras muchas cosas, sería necesario que se generen espacios donde:
Las mujeres puedan reincorporarse al mundo laboral según sus propias necesidades y las de sus hijos.
Se facilite la posibilidad de compaginar los estudios con la maternidad, especialmente en casos de embarazos antes de los 25 años.
Se garantice la libertad de elegir el tipo de parto, sin que esté condicionado por intereses económicos o protocolos médicos deshumanizados.
Hemos llegado a tal disfuncionalidad en la educación y crianza que los adultos que gobiernan el mundo reflejan graves trastornos de desconexión emocional. La maternidad es un proceso natural, no un obstáculo. Y reajustar las creencias que nos confunden acerca del significado de “natural”, es un asunto prioritario. Tampoco se trata de rechazar los avances en materia de tecnología o ciencia, sino más bien de usar con inteligencia toda nuestra sabiduría; tanto la del pasado como del presente para buscar mayor bienestar para las generaciones futuras.
Maternidad y creatividad: dos fuerzas que se potencian
La maternidad no es algo que se deba de planificar con exactitud y menos, debería de serlo en función de cuestiones materiales, como lo es la economía. Sino que ocurre o no... Y tanto cuando ocurre como cuando no, transforma la vida, la percepción y la esencia de una mujer. Y así debe ser, porque solo desde esta manera podemos evolucionar. Por lo tanto, el proceso desde su principio, debería de ser asunto de la mujer y de nadie más. (Excepto que sea para ayudarla).
El ser madre y seguir creando, a pesar de no tener la economía suficiente, ha sido y es el reto personal que tengo para seguir luchando por mis sueños, eligiendo entre lo que escucho fuera y lo que siento dentro de mi. Mis obras hablan de esa fuerza que consiste en proteger tu autenticidad, o sea, tu verdadero yo. No como una imposición, sino como un acto de autonomía.
Porque sí, soy artista. Y también soy madre. Pero antes que todo, soy persona, existo y por lo tanto, tengo derecho a ejercer mi propia voluntad. Hoy en día, el individualismo nos empuja a no sacrificarse por nada ni nadie, a no entregarse para elegir de manera egoísta… Y ello, simplemente, ya es vivir contra natura.
Y no cambiaría ni una sola de esas identidades por nada en el mundo. ¡¡¡GRACIAS A LUKA & ENZO POR SER MIS HIJ@S!!!
Sincera, inteligente, profunda y brillante exposición sobre la maternidad y la realización personal cómo madre y artista.
Desde una perspectiva real , que destaca el crecimiento , la creación artística y la evolución de la madre y de los hijos, a través del parto, la lactancia y el cuidado diario hacia los hijos.
Todo lo anterior expuesto, sucede dentro de un sistema, en el que la madre y artista, ha de enfrentar situaciones económicas y sociales complicadas..
dificultades que en el pasado y en la actualidad, siempre ha tenido que resolver , mayormente, por sus propios medios.
Me ha conmovido intensamente el texto y considero admirable la energía interior de la autora.
Gracias Lourdes por TODO💜 Me ha conmovido mucho leerte… Ay, qué suerte la mía ☀️